Lago San Giuliano

 

 

 

El río Bradano, antes de desembocar en el Mar Jónico, atraviesa durante unos 120 km un valle caracterizado por una escasa antropización y por una presencia constante de relieves dulces y ondulados que miran sutiles franjas de fértiles terrenos destinados al cultivo de hortalizas y frutas.
Las colinas que dan al río, a menudo utilizadas para el cultivo del trigo, a veces, todavía están ocupadas por residuos de matorrales mediterráneos más o menos desarrollados en función del diferente grado de explotación que se ha ejercido sobre todo en el pasado y que en parte todavía hoy en algunas zonas.
A unas tres cuartas partes de su carrera hacia el mar, el Bradano se enroscaba en una grieta profunda de origen calcáreo, comúnmente conocido como "gravina", y la cruzaba rápidamente para luego volver a fluir en su habitual lecho arcilloso antes de llegar a la desembocadura, a pocos kilómetros al norte de Metaponto.
La zona llamada "Stretta di San Giuliano" (Estrecho de San Julian) era el punto en el que se tenía la repentina variación de la tipología ambiental fluvial y las paredes rocosas del cañón se estrechaban bruscamente. Allí, justo en la embocadura de aquel acantilado, se construyó en los años '50 una presa artificial para invadir las aguas del Bradano de modo que pudiera utilizarlas para fines agrícolas e industriales sin depender de los acontecimientos meteorológicos.
La fisonomía del paisaje cambió inmediatamente. Allí donde un tramo de río atravesaba un valle dedicado a las tradicionales actividades pastorales y agrícolas vino a formarse un enorme espejo de agua que inundió también la antigua y florida Masseria San Francesco (Hacienda San Francisco). En lo que eran las zonas dedicadas a pastos, desde 1956 se refleja la imagen del pequeño centro de Miglionico y de los Montes Timbro e Igino en la vertiente opuesta.
Pero el lago así formado no constituyó sólo un motivo de interés económico, estético y paisajístico. Algo mucho más importante sucedió en la naturaleza. Al encontrarse a lo largo de la ruta migratoria de muchas poblaciones de aves europeas este espejo de agua, de unos 8 Km cuadrados de extensión y de 110 millones de metros cúbicos de volumen, pronto se convirtió en un punto de referencia y parada obligatoria para una avifauna que cada año resultaba extraordinariamente interesante.
Fue por eso que el WWF se esforzó por emprender una larga y pacífica batalla para que se garantizara una necesaria protección, vistas las numerosas escopetas colocadas alrededor del lago, a estos animales que cada año hacían el viaje entre Europa y África. Esta iniciativa se hacía indispensable también para crear una especie de reequilibrio y de compensación por la absoluta falta de zonas húmedas naturales destruidas en el pasado con las imponentes obras de limpieza de los pantanos y de los aquitrines, especialmente a lo largo de la llanura jónica.